CIENCIA Y TECNOLOGÍA

¿Cómo se observa el despertar de un cometa dormido?

No todas las investigaciones del Observatorio Vaticano son realizadas por sus astrónomos. Un ejemplo es el estudio «A Dormant Captured Oort Cloud Comet Awakens: (18916) 2000 OG44», publicado el pasado junio en la prestigiosa revista The Astrophysical Journal Letters por Colin Orion Chandler, William J. Oldroyd, Chadwick A. Trujillo, Dmitrii E. Vavilov y William A. Burris. Esta investigación utilizó el Vatican Advanced Technology Telescope (VATT), situado en el Monte Graham en Arizona (EE. UU.), pero los autores no dependen del Observatorio Vaticano: proceden más bien de la University of Washington de Seattle, de la LSST Interdisciplinary Network for Collaboration and Computing de Tucson y de la Northern Arizona University (NAU) de Flagstaff (todas en Estados Unidos). En particular, Chandler, Oldroyd, Trujillo y Burris pertenecen a la NAU.

El VATT fue construido a principios de los años noventa en colaboración con la University of Arizona. El p. George V. Coyne, S. I., era profesor en esa universidad antes de ser nombrado director del Observatorio Vaticano por el papa Juan Pablo I en 1978. La universidad conserva una participación minoritaria en el VATT; otras universidades estatales de Arizona, entre ellas la NAU, tienen derecho a solicitar tiempo de observación a través del Steward Observatory de la University of Arizona. Es el p. Richard Boyle, S. I., del Observatorio Vaticano, quien asigna de manera concreta las noches de observación a los astrónomos.

Usando el VATT y otros dos telescopios situados en el suroeste de Estados Unidos, el grupo de Chandler observó el objeto (18916) 2000 OG44 en ocho noches distintas, obteniendo 66 imágenes que mostraban una fina cola cometaria. Si bien en el imaginario común un cometa es un cuerpo celeste con una cola espectacular, en realidad los cometas desarrollan colas únicamente cuando su órbita los lleva lo bastante cerca del Sol como para que se produzca la sublimación de los hielos volátiles, los cuales son expulsados al espacio. La aparición de esta pequeña cola señaló, por tanto, el “despertar” del cometa 2000 OG44.

Dos imágenes del cometa 2000 OG44 tomadas del artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters: a la izquierda, una imagen obtenida con el VATT y su cámara VATT4K (el cometa está en el centro, señalado con un círculo); a la derecha, un detalle ampliado de una imagen adquirida con el Astrophysical Research Consortium Telescope de Sunspot, Nuevo México, que muestra más claramente la pequeña cola del cometa.

Este cometa es particular porque pertenece a la llamada «nube de Oort», un inmenso reservorio de pequeños cuerpos helados que rodea al Sol a distancias decenas de miles de veces superiores a la que separa a la Tierra del Sol. La nube toma su nombre del astrónomo Jan Hendrick Oort (1900-1992), quien propuso su existencia, y se considera compuesta de materiales residuales de la formación del sistema solar. Los cometas de la nube de Oort recorren órbitas larguísimas y muy extensas: atraviesan rápidamente el sistema solar interior para luego regresar a enormes distancias, con periodos de revolución que pueden durar milenios.

El grupo de Chandler escribe: «Se cree que solo unos pocos cometas de la nube de Oort pueden haber sido capturados [es decir, atrapados en el sistema solar interior], porque la mayoría de aquellos que migran desde la nube interna serían desviados por Júpiter (o por Saturno) antes de volverse observables, un fenómeno al que a menudo se hace referencia como “barrera de Júpiter”». El cometa 2000 OG44 es uno de estas raras excepciones: actualmente orbita entre Marte y Júpiter, con la parte más externa de su órbita apenas más allá de la de Júpiter. Dado que su trayectoria está tan próxima a la del planeta gigante, la órbita no es estable, sino que evoluciona con el tiempo.

Diagrama tomado del artículo que muestra la evolución de la órbita del cometa 2000 OG44. Cada revolución alrededor del Sol dura aproximadamente 7,5 años.

Los autores escriben además: «El VATT mencionado en este artículo es el telescopio del Observatorio Vaticano, denominado oficialmente Alice P. Lennon and Thomas J. Bannan Astrophysics Facility. Estamos agradecidos al Observatorio Vaticano por la generosa asignación de tiempo de observación. Un agradecimiento especial al director del Observatorio Vaticano, fr. Guy Consolmagno, S. I., al p. Pavel Gabor, S. I., al p. Richard P. Boyle, S. I., y a Gary Gray, Chris Johnson y Michael Franz». (Los astrónomos jesuitas instruyeron a los autores en el uso del VATT, mientras que Gray, Johnson y Franz son técnicos de la University of Arizona que mantienen operativo el telescopio). El Observatorio Vaticano representa, por tanto, un recurso valioso para la comunidad astronómica, incluso cuando no son sus propios astrónomos quienes lo utilizan.

Guy Consolmagno - Christopher M. Graney
Guy Consolmagno es un astrónomo estadounidense, científico planetario y religioso de la Compañía de Jesús. Desarrolla su actividad en el Observatorio Vaticano, en sus dependencias del Observatorio Steward de la Universidad de Arizona (Estados Unidos), como portavoz del Grupo de Investigación del Observatorio Vaticano (VORG). Christopher M. Graney es un académico adjunto del Observatorio Vaticano. Desde hace algunos años, su investigación se ha centrado en la historia de la astronomía, especialmente en los siglos XVI y XVII. Esta investigación ha dado lugar a dos libros académicos: Setting Aside All Authority: Giovanni Battista Riccioli and the Science Against Copernicus in the Age of Galileo (2015) y Mathematical Disquisitions: The Booklet of Theses Immortalized by Galileo (2017), ambos publicados por la University of Notre Dame Press.

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